Mamá está más chiquita: entre la fantasía y la realidad
- Marianela Bonfigli
- 24 sept 2018
- 2 Min. de lectura
La tercera temporada de Mamá está más chiquita se acerca. Los miércoles de octubre El galpón de Guevara volverá a ser partícipe de esta historia de juego y superación que encierra una familia, y un problema, con el que varios se pueden identificar.
Rita (Déborah Turza) , es una mamá que daría todo por sus hijos. Diego (Tomás Wicz), ve a su mamá como una reina y nos cuenta, a través de su inocencia, hasta las verdades más crudas. Clara (Paloma Sirvén), es la hija que se siente invisible y que encuentra en su novio la salida. A pesar de las adversidades de la vida, viven felizmente y logran atravesar los días con humor. Hasta que un día, lo inesperado ocurre, y cuando las palabras no alcanzan, el juego empieza a tener un rol muy importante.

La sala en dónde la magia ocurre le aporta a la puesta en escena calidez y cercanía. Nos sentimos dentro de la habitación de Clara, la de Diego, y la cocina, en dónde Rita les enseña a sus hijos lecciones que tendrán muy presente a lo largo de sus vidas.
La música en vivo y la iluminación son el valor agregado. Ambos se fusionan con la interpretación de los actores y las letras de Ignacio Olivera y Juan Pablo Schapira haciendo la experiencia uniforme y permitiendo que el público se identifique y sienta empatía por cada uno de los personajes.

Mamá está más chiquita fue ganadora de la convocatoria "teatro musical" de Bienal Arte Joven 2017 y nominada a "mejor actuación protagónica femenina" por Déborah Turza en los Premios Hugo 2017-2018.
Las funciones de octubre serán a las 20:30. Dentro del teatro hay un pequeño bar en el que se puede consumir bebida y comida, tanto antes como durante la obra. Las entradas tienen un costo de $350 y se pueden comprar en la boletería del teatro y por el sitio web Alternativa teatral.
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